Cómo nos cuida la flora vaginal

Es importante  mantener la salud íntima. Piensa que la flora vaginal es una es barrera natural que impiden el paso de diferentes agentes que podrían causar infecciones. Además, algunas de las bacterias que la forman (lactobacillus) producen ácido láctico, sustancia que mantiene el pH de la vagina en óptimas condiciones. Por ello, si por alguna razón esta barrera desaparece, la zona íntima queda debilitada y hay más riesgo de infecciones y molestias vaginales.

Así es. Los patógenos infecciosos siempre intentan ganarle el terreno a las bacterias beneficiosas que forman la flora; en condiciones normales tu sistema de defensa los ataca para debilitarlos o eliminarlos e impedir que penetren en el organismo.  Cuando sufres un estado de estrés,  el  sistema de defensa pierde eficacia, por ello los agentes perjudiciales pueden actuar más fácilmente.

Los antibióticos es otro factor que afecta a la flora, los antibióticos  eliminan gérmenes… y no diferencian entre bacterias beneficiosas o perjudiciales. En la vagina hay un equilibrio entre bacterias y hongos (de los que hay poca cantidad), un antibiótico ataca a las bacterias y rompe el equilibrio, con lo que los hongos proliferan y es cuando se produce una infección o candidiasis.

Nos toca actuar para que esto no se produzca y aunque no nos  lo parezca hay unas normas básicas que podemos hacer y evitar que nuestra flora se descontrole. A modo general:

Beber una cantidad adecuada de agua durante el día.

Mantener una higiene diaria adecuada con geles y/o toallitas que respeten la acidez del pH vaginal; es recomendable, tras el lavado, secar muy bien la zona.

No llevar prendas muy ajustadas.

Tomar vitamina C para lograr impedir el crecimiento de bacterias en la orina.

Evitar las duchas vaginales.

Prestar especial atención a la higiene íntima durante la menstruación y después de mantener relaciones sexuales.

Usar los desodorantes y otros compuestos con precaución.

Tomar lactobacillus después de tratamientos antibióticos. Estos compuestos devolverán el pH perdido a la zona por el uso de estos medicamentos.

No debemos olvidar que cada zona de nuestro cuerpo está concebida para protegernos, pero a nosotros nos toca cuidarla con los productos y medios necesarios para que no se deteriore.

 

Si eres atópico, protegete contra el frio

La dermatitis atópica es una alteración de la piel producida por un déficit de ceramidas en la piel. Es una enfermedad crónica, hereditaria y considerada benigna en la que se alternan brotes y etapas de mejoría.

Cuando el brote se produce y es muy agudo hay que recurrir al médico pues en varias ocasiones requiere la prescripción de corticoides de uso tópico. Estos son nuestros consejos para evitar la aparición de brotes agudos y el uso de los corticoides.

Uno de los factores desencadenantes de estos brotes es la sequedad y los cambios bruscos de temperatura. En esta época del año que hace frio , el uso de la calefacción y el contacto de la piel con tejidos como la lana, que son irritantes, aumentan las molestias de las persona que padecen dermatitis atópica.

Nuestros consejos para mejorar la calidad de las personas con atopía en esta época del año ya los dimos en el siguiente enlace, pero los podemos resumir en:

  • Toma duchas cortas usando siempre geles dermograsos sin jabón, como por ejemplo Leti AT4 gel
  • Mantén tu piel bien hidratada usando cremas emolientas mejor que hidratantes, como por ejemplo Leti AT4 leche
  • No te frotes con la toalla para secarte, siempre a toques o con un albornoz
  • Usa  tejidos naturales como el algodón en las prendas que te pongas en contacto con la piel
  • Evita poner la calefacción muy alta  para no resecar el ambiente y usa humidificadores
  • Evita el estrés: un gran componente de la dermatitis atópica es de carácter psicológico
  • Cuando empieces un brote, trátalo enseguida, cuanto antes se le ponga fin, mejor queda la piel

Y SOBRETODO, ¡NO RASCARSE!

Agua para estar sanos

– ¿Bebe usted dos litros de agua al día?

– ¡Dos litros, qué barbaridad!”

Comentarios como estos recibimos a diario, y lo único que se me ocurre contestar es que la barbaridad es no beber nada de agua. Considerando que nuestros cuerpos son casi 2/3 agua, entender el papel tan importante del agua en el cuerpo puede ser fundamental para gozar de buena salud. El agua ayuda a casi todas las funciones del cuerpo humano. Enumerarlas todas sería interminable, pero si podemos destacar las más importantes:

  • El cerebro es 75% agua: una deshidratación moderada puede causar dolor de cabeza y mareo.
  • Se necesita agua para respirar pues humedece el oxígeno
  • El agua controla la temperatura del cuerpo
  • La sangre es 92% agua y transporta nutrientes y oxígeno a todas las células
  • El agua protege y amortigua órganos vitales y las articulaciones
  • El agua ayuda a absorber los nutrientes y convertirlos en energía
  • El agua limpia nuestros riñones de substancias tóxicas y se deshace de los desperdicios
  • Los huesos son 22% agua y los músculos son 75% agua
  • El agua balancea nuestros electrolitos, que nos ayudan a controlar la presión sanguínea.
  • El agua humedece nuestros ojos, boca y pasajes nasales.

Beber agua suficiente puede mejorar tu salud y bienestar pues una apropiada hidratación mejora la concentración y tiempo de reacción, especialmente durante los ejercicios,  aumenta el número de calorías que se quema durante las actividades diarias. Beber 8 vasos al día de agua puede ayudar a protegerse contra una gran variedad de enfermedades tales como resfriados, cálculos en los riñones, cáncer de mama, cáncer de colon y cáncer del tracto urinario. También puede mejorar tu aspecto pues una piel hidratada está más tersa, más pulida, más suave y más libre de arrugas. Incluso puede ayudar a perder peso ayudándonos a disminuir las ganas de comer llenado nuestro estomago con agua.

Mantenernos hidratados sólo puede aportarnos ventajas: un vaso de agua en desayuno, media mañana, comida, merienda, cena y antes de dormir son ya litro y medio del precioso líquido. Al final no es tan difícil, y a medida que nos vamos acostumbrando a beber más agua, el propio cuerpo es el que la pide mediante la sed.

¿Te preocupa la pérdida de cabello?

En otoño, más que en otras estaciones, la caída de cabello suele acusarse más. ¿Cómo saber cuánta caída es normal y a partir de cuanto cabello hay que empezar a tomar medidas? Realiza nuestro autotest capilar y descubrelo.

Por lo general, perder más de 100 cabellos al día es considerado un signo de pérdida excesiva. No hay que esperar a ver los primeros signos de alopecia para tomar medidas y frenar esa caída. 

El pelo tiene una vida natural: nace de la raíz, crece, se estanca un tiempo y finalmente se cae para dejar sitio al nuevo pelo que está creciendo de la raíz. Cada raíz de pelo tiene un número limitado de regeneraciones hasta llegar a un momento en el que ya no sale ningún pelo más. Lo normal es que la vida natural del pelo llegue hasta el fin de nuestros días, pero existen algunas situaciones que aceleran el ciclo reduciendo la vida de nuestra cabellera. Todo lo que nos produzca estrés físico (fiebre alta, dieta estricta, cirugía…), psicológico (estrés, depresión, ansiedad…) y alguno estados fisiológicos particulares (postparto, menopausia…) pueden afectar nuestro cabello. Es importante reconocer los síntomas para poder tratarlo a tiempo.

¿Cómo tratar la caída? El tratamiento ideal es atacar la caída desde todos los frentes:

  • Vitaminas como Glaan lactocapil® aportan desde el interior aminoácidos y nutrientes esenciales, estimulan el metabolismo celular en el bulbo piloso, prolonga la fase de crecimiento del pelo y retrasa la caída natural.
  • Ampollas y champú como Glaan Contralact complex® aportan de forma tópica aminoácidos y nutrientes fundamentales en el desarrollo del cabello, estimulan el metabolismo celular en el bulbo piloso, prolonga la fase de crecimiento del pelo, retrasa la caída natural, aumenta la resistencia del cabello y nutre e hidrata para conseguir suavidad y brillo del cabello.