“Los corte de digestión “ o shock termodiferencial

En las piscinas y playas de toda España –y seguramente del mundo– la charla de madres a hijos es la misma: «No te metas al agua hasta que pasen dos horas». El miedo a un corte de digestión es la causa de una inquietud que ha trascendido de generación en generación. Pero pocos saben que el corte de digestión no existe: es un mito.

Es el contraste entre el calor de estar al sol con el frío del agua lo que provoca un «shock termodiferencial» cuyos efectos se asocian popularmente al corte de digestión: náuseas, vómitos, hipotensión, lipotimia y, en casos más graves, paro cardíaco. Por este motivo, conocer algunos consejos para evitar la impresión por el frío al entrar al agua es clave para disfrutar unas vacaciones tranquilas.

Durante el verano nuestro cuerpo está sometido a altas temperaturas. No solo por exponernos al sol durante horas en playas, ríos o pantanos: al andar por la calle, por ejemplo, nos acaloramos de tal manera que, al llegar a casa o a la piscina, lo primero que nos apetece es refrescarnos rápidamente. Gran error.

Pero nuestras madres no estaban tan equivocadas. Aunque llamen corte de digestión a lo que realmente es un «síndrome de hidrocución», la ingesta copiosa y el baño posterior están relacionados: «El cambio brusco de temperatura detiene la digestión al derivar el flujo sanguíneo desde el tubo digestivo a otros órganos». Ese contraste hace igual de peligroso bañarse tras una larga exposición al sol o tras hacer ejercicio físico intenso. En todos los casos se puede producir un shock termodiferencial.

Pero, ¿por qué se produce este shock termodiferencial. Pues debido al llamado «reflejo de inmersión». Este no es más que un reflejo cardiovascular que el cuerpo tiene al entrar en el agua. Al hacerlo, se envía más sangre al cerebro, y también más oxígeno, y para lograrlo contrae los vasos sanguíneos superficiales y reduce la frecuencia cardíaca. A más temperatura, mayor diferencia y mayor riesgo de que el reflejo de inmersión sea extremo.

Si aun así decide hacerlo, debe saber que si comienza a sentir mareos, escalofríos, náuseas, visión borrosa ó zumbidos en los oídos, lo mejor es salir inmediatamente, ya que la mayoría de las muertes que se producen por estos «cortes de digestión» se producen al perder el conocimiento y ahogarse en el agua.

Cómo prevenir el corte de digestión y qué hacer si alguien lo sufre a tu alrededor

1. No entrar en el agua dos horas después de la comida. Aunque no es un tiempo exacto y puede variar según el tipo de comida y la cantidad ingerida.

2. Evitar los cambios bruscos de temperatura. Entrar al agua de manera progresiva y no bruscamente.

3. Mojar poco a poco nuestro cuerpo (partes clave como torso, muñecas o nuca) para igualar la temperatura entre el exterior y el interior del agua.

4. Salir del agua al primer síntoma de pérdida de conocimiento.

En caso de que la persona afectada esté en el agua:

1. Sacar al accidentado con la mayor celeridad posible.

2. Buscar ayuda médica. Llamar a los servicios de urgencias.

3. Si es necesario, realizar las maniobras de primeros auxilios.

Salmonelosis, no sólo en verano

Es una de las enfermedades más típicas del verano, debido a que la las altas temperaturas favorecen su desarrollo. Pero sabemos realmente qué es y porqué se produce, vamos a intentar aclarar un poco más.

Es una infección ocasionada por una bacteria  conocida como salmonella que afecta el tracto intestinal. Normalmente la bacteria de la salmonella reside dentro del  intestino del ser humano y de los animales, y se desechan por medio de las heces. Los humanos se contaminan con la bacteria al consumir agua o alimentos contaminados por las heces. La salmonella también se encuentra en las carnes de aves crudas, la carne de ganado, y en ocasiones se han encontrado en frutas y vegetales sucios.

Además de los alimentos, las mascotas, especialmente los reptiles, tales como las serpientes, tortugas y lagartos son las formas más fáciles de contraer la infección. Por ello, los médicos recomiendo lavarse e incluso desinfectarse las manos después de manipular cualquier mascota, especialmente si son reptiles.

La salmonelosis ocurre más frecuentemente durante el verano.

¿Cuáles son las causas?

 La causa más común de salmonelosis es la infección a través del consumo de alimentos o agua contaminados. Al tratarse de una infección intestinal, la bacteria también se encuentra en las heces de personas infectadas, por eso la higiene personal es muy importante durante y después de pasar la enfermedad, ya que el no lavarse las manos después de ir al baño y manipular alimentos puede ser origen de infecciones en otras personas.

Los principales alimentos que pueden ser transmisores de esta bacteria son los huevos y las carnes de aves de corral, sobretodo pollo y pavo. La carne de cordero, cerdo y vacuno también pueden portar la bacteria y contaminarse si su manipulado en el matadero no se realiza apropiadamente.

La bacteria se encuentra en el tubo digestivo de estos animales además de la cloaca de las gallinas, el conducto a través del cual ponen los huevos. En el caso de los huevos contaminados, la bacteria se encuentra en la cáscara.

¿Quién y cómo se puede contraer Salmonelosis?

La infección por Salmonella comienza a presentar síntomas entre las ocho y 48 horas siguientes al contacto con la bacteria. Éstos se caracterizan por diarrea, dolor abdominal y fiebre principalmente, aunque suelen venir acompañados de náuseas, vómitos y dolor muscular.

La recuperación puede tardar entre tres y siete, días y es habitual que se produzca sin intervención médica, siempre que ese haga una rehidratación correcta, debido a la gran cantidad de líquidos que se pierden a causa de la diarrea.

Existen grupos de población donde la intoxicación por Salmonella puede tener consecuencias más graves, como en bebés y niños pequeños, embarazadas, personas mayores e inmunodeprimidos.

¿Cómo puede prevenirse?

Extremar las medidas higiénicas cuando se está en contacto con los alimentos es fundamental para evitar las toxiinfecciones alimentarias de todo tipo. Es muy posible que alimentos que no deberían ser portadores de la bacteria acaben siéndolo debido a contaminación cruzada. La contaminación cruzada ocurre cuando primero se manipula alimentos portadores de la bacteria, como huevos o carnes, y luego se manipulan alimentos sin lavarse las manos.

Sin embargo, no todo está perdido en el caso de que un alimento se nos haya contaminado accidentalmente, ya que la Salmonella es sensible a la temperatura, con lo que un correcto cocinado, asegurándonos de que el calor llega hasta el centro del alimento, será crucial para reducir el riesgo de contagio.

Por otro lado, lavarse bien las manos cuando se manipulen carnes o pescados en crudo después de estar en contacto con ellas también ayudará a reducir el riesgo de que se contaminen otros alimentos.

En el caso del huevo, la Salmonella suele encontrarse en la superficie de la cáscara. Es un error creer que lavando el huevo vamos a eliminar la bacteria y así reducir el riesgo de contagio. Todo lo contrario, el riesgo aumenta muchísimo ya que la cáscara de huevo es porosa y al contacto con el agua los poros se abren y permiten el paso de la bacteria al interior. Por ello, no es nada recomendable lavar los huevos antes de almacenarlos en la nevera.

Lo mejor para prevenirla es utilizar el sentido común:

A la hora de la compra, evita aquellos huevos sucios, con restos de plumas o excrementos y escógelos bien limpios.

No laves los huevos para su almacenamiento. En caso de hacerlo, consúmelos inmediatamente y cocínalos sin que queden crudos.

En el caso de que un trozo de cáscara entre en contacto con el huevo, hay que desecharlo si no se está seguro o cocinarlo hasta que quede bien cuajado.

Si haces mayonesa casera en verano, extrema las precauciones, no la dejes fuera de la nevera demasiado tiempo y si hay que guardarla, nunca por más de un día. Para evitar riesgos, lo más seguro es utilizar mayonesa envasada ya que el huevo que se utiliza está pasteurizado.

¿Cuál es el tratamiento?

En la mayoría de los casos la recuperación se da sin tratamiento alguno. En casos más graves puede ser necesario rehidratar a la persona o incluso darle antibióticos.

Las personas que se infectan con la bacteria de la salmonella padecen de diarrea, fiebre y cólicos abdominales de 8 a 72 horas después del contagio inicial. La diarrea producida por la salmonelosis es tan agresiva que en oportunidades produce deshidratación, la cual especialmente en los niños requieren de atención médica inmediata.

Las personas que han sufrido salmonelosis pueden ser portadoras de la bacteria durante meses, a pesar de que haya finalizado la sintomatología y la recuperación sea evidente. Por ello, no hay que descuidar los hábitos higiénicos al manipular alimentos aunque haya pasado un tiempo después de la infección.

 

La alternativa natural a los tampones: ahorro, comodidad y salud.

La copa menstrual, también conocida como copa vaginal es un innovador sustituto de  los tampones y compresas, además de ser el más ecológico  de los métodos de higiene intima femenina en los periodos de menstruación.

La copa menstrual funciona  de forma muy sencilla: se introduce en la vagina durante los días de la menstruación y a diferencia de los tampones, no absorbe el flujo de la regla, sino que lo retiene en su interior para poder retirarlos más adelante.

Ahorra en compresas y tapones: la copa menstrual es reutilizable, se acabo volver a comprar tampones y compresas y sobre todo se acabo el ¡ay me quede sin ellos!

Comodidad: es muy cómoda, dura 12 horas y especialmente indicada en el verano para evitar los tampones que tanto nos irritan.

Salud: El uso de tampones y compresas puede producir problemas de sequedad y candidiasis. El uso habitual de la copa menstrual previene los problemas de sequedad vaginal asociados al uso de tampones.

Las copas menstruales se utilizan desde hace mas de 75 años, evita perdidas inesperadas y proporciona la máxima protección.

Están fabricadas con siliconas médicas y pueden ser utilizadas por todo tipo de mujeres incluso en aquellas que son alérgicas a los tampones.

Gracias a su forma y flexibilidad es fácil de usar, tanto de poner como de quitar y se mantiene en su sitio y por ello resulta muy cómoda incluso sentada.

La puedes llevar en el bolso de forma discreta. Ideal para viajes, deportes y sobre todo la playa y la piscina.

Existe en dos tamaños y se puede usar a todas las edades.

Que no te pare el ser mujer

Mitos del verano

Ahora que llega el verano y en concreto ahora que ya tenemos con nosotros la altas temperaturas es hora de hacer un repaso por algunas leyendas urbanas, o mitos, como prefieras llamarlo con respecto a esta época del  año.

En mi opinión hay dos grandes mitos que hemos sufrido cuando éramos pequeños y que ahora que  tenemos a nuestros hijos, todavía dudamos.

El primero es las famosas dos horas de digestión que había que esperar después de comer para bañarse.

Qué largas se hacían esas dos horas de espera para bañarse después de comer, ¿verdad? Si eres de los que aún aguanta el tipo, y la impaciencia de los más pequeños, quizás te interese saber que bañarse después de comer no siempre entraña un riesgo para la salud. Puedes bañarte perfectamente, siempre y cuando el agua no esté muy fría y te introduzcas poco a poco. La razón de que se tema tanto al corte de digestión es la posibilidad de que el intestino se pare durante la digestión porque la sangre que se necesita en el aparato digestivo tenga que desplazarse a los músculos como consecuencia de un esfuerzo intenso. Esto podría desembocar en vómitos, que pueden taponar las vías respiratorias y producir pérdida de conciencia, algo que en el agua puede tener el peor de los desenlaces, pero como veíamos, es un caso muy concreto que se puede prevenir fácilmente.

Y si estamos en la piscina no puede faltar la picadura de avispa o abeja, y, ¿ qué hacemos, ponemos barro o no?

Las abuelas siempre lo han dicho, si te pica una abeja ponte barro. Y no se equivocaban, «el barro sirve para aliviar el dolor, aunque lo más adecuado es una loción calmante y que quite el picor

 

Y por supuesto:

Si haces ejercicio no tomes bebida estimulante para reponerte sino isotónica,

Aunque estés morena sigue poniéndote protector solar porque el moreno no protege del sol

Cuidad los pies, sécalos bien y procura usar chanclas en los vestuarios públicos porque el pie de atleta no afecta solo a los atletas sino a todos