¡LOS EXCESOS ………… SE SOLUCIONAN!

Comienza la época de excesos navideños y a todos nos cuesta no ceder  a las tentaciones  de estos días, unos tendrán mucha fuerza de voluntad pero para los que no la tenemos, disponemos de una ayuda: Pro-digest.

Este producto es un simbiótico, es decir la asociación de un prebiótico que  en este caso es  Ferbisol-2 y un probiótico (cuatro especies de bacterias probióticas). Unidos nos van ayudar no sólo a combatir esos excesos que ya hemos mencionados, sino que nos servirá de ESCUDO frente a posibles enfermedades.

Y qué beneficios nos aporta Pro-digest:

Pues en primer lugar nos  ayuda en caso de estreñimiento,  porque mejora nuestro tránsito intestinal debido al prebiótico,  al igual que la producción de gases es mucho menor. El prebiótico es una fibra y la flora intestinal puede digerirla fácilmente, así que producimos menos gases.

En el caso de las diarreas, es también eficaz, esto gracias a los probióticos  que actúan como protector intestinal y  proliferan ayudando en los casos de diarrea.

Pero en los excesos y digestiones pesadas es cuando pro-digest es realmente efectivo, produciendo ese efecto vientre plano tan deseado, por el alivio de la hinchazón abdominal. Las comidas copiosas y llevas de calorías nos hacen sentirnos muy hinchadas, en este momento donde pro-digest se convierte en una muy buena alternativa. Os aseguro que la hinchazón abdominal desaparece.

Por otro lado, la presencia de probióticos en el tiempo  contribuye a la regulación del tránsito intestinal, estimulando el sistema inmunitario; por eso ya hemos dicho que a la larga puede servir de escudo frente a otras enfermedades.

Absorbe muy bien los nutrientes, porque las bacterias de la flora intestinal fermentan al prebiótico y produce vitaminas y aminoácidos.

Por otro lado, se ha comprobado que el alcohol, mata la flora intestinal, en este caso también nos ayudaría para volver a restablecer la de nuestro intestino y sentirnos mucho mejor.

Por todo ello Pro-Digest  nos puede ayudar no sólo ahora, sino en esos momentos puntuales  que  necesitemos  regular nuestro tránsito intestinal  y conseguir un vientre plano.

Lo mejor para tu hijo: amor y DHA

Un día decidimos tener un hijo, y ya antes de concebirlo le estamos queriendo. Buscamos lo mejor para cuidarle y que crezca sano y fuerte. La ciencia descubre cada día cosas nuevas para beneficio de los más pequeños de la casa, incluso para cuando todavía no han nacido.

En el embarazo se han demostrado que los siguientes componentes, además de otras vitaminas,  son 

esenciales, tanto para la madre como para el feto:

  • Ácido Fólico (Vitamina B9) y Vitamina B12
  • Yodo
  • Hierro
  • Ácidos Grasos Omega-3 o DHA
  • Vitamina D

Los últimos estudios demuestran que los ácidos grasos esenciales, así como sus derivados de cadena más larga, eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA), forman parte de todos los tejidos, y el DHA en particular forma parte de las estructuras del cerebro. El aporte de ácidos grasos esenciales en cantidades adecuadas es fundamental para el desarrollo de la placenta, del feto  y para toda la gestación en general. Durante el tercer trimestre de la gestación, las necesidades de DHA son  especialmente altos debido al crecimiento del cerebro.

Así, se ha observado que en el nacimiento prematuro, el recién nacido tiene déficit de  DHA, asociado también a deficiencias neurocognitivas y alteraciones morfológicas a nivel cerebral. Se han evaluado diferentes estudios la relación del aporte de omega 3 durante el embarazo y la lactancia,  observando una  muy interesante relación entre la ingesta materna durante el embarazo de DHA y el grado de desarrollo mental del niño a los 4 años de edad, lo que sugiere un beneficio extraordinario tomar suplementos nutricionales ricos en DHA durante el embarazo y la lactancia. Además si se continúa con la ingesta regular durante la etapa preescolar, se ha demostrado un efecto protector frente a posibles trastornos de hiperactividad, mejorando al mismo tiempo la capacidad de atención y aprendizaje.

PRE Y PROBIÓTICOS…¿Por y para qué?

Lactobacilus acidophilus, casei, reuteri, streptococcus intermedias…son términos que resultan extraños para muchos y que están presentes en algunos de los productos que ingerimos…pero, ¿qué son y para qué nos sirven? Son bacterias, bacterias “buenas” que actúan frente a las “malas” y que nos ayudan a estar más sanos. Son los llamados alimentos “probióticos”, que a veces confundimos con “prebióticos”.

Nuestro nivel de salud depende en gran medida del equilibrio de la flora intestinal, en nuestro aparato digestivo conviven unas 400 especies de bacterias, algunas de ellas son beneficiosas y otras no, y pueden causarnos enfermedades.

 ¿Qué causa un desorden intestinal?

Pues una alimentación incorrecta, terapias prolongadas de antibióticos, radioterapia, quimioterapia, infecciones o incluso el estrés físico o psíquico.

Y qué podemos hacer para mantener nuestra flora  intestinal protegida de ciertos procesos, pues utilizar probióticos y prebióticos. Los probióticos son microorganismos vivos que, al ingerirlos, aportan un efecto beneficioso sobre nuestro cuerpo. Sobreviven a la digestión llegando vivos al colon.

Los prebióticos, sin embargo, son unas sustancias que “alimentan” a los probióticos del sistema digestivo. Al tomarlos se favorece la presencia de bacterias beneficiosas en el colon. Inhiben también numerosas bacterias patógenas pero su principio se basa en que son solamente sustancias que ayudan, sin vida, a modo de complementos energéticos para las bacterias beneficiosas, en eso se diferencian de los probióticos.

Tanto los probióticos como los prebióticos son también eficaces para el sistema inmunitario, infecciones ginecológicas y urinarias y alergias. Se ha avanzado mucho en este campo y cada vez se hace más patente  el uso de este tipo de productos para mejorar nuestra salud.

El Omega-3 ¿Para qué Sirve? UNOS ÁCIDOS MUY ESENCIALES

Diferentes investigaciones han confirmado que el Omega 3, una sustancia que habitualmente falta en la dieta moderna, es un componente clave en el desarrollo y correcto funcionamiento del cerebro. Los ácidos grasos esenciales son aquellos ácidos grasos que el organismo no puede sintetizar, por lo que tiene que ser obtenidos a través de la dieta. Hay dos familias de ácidos grasos esenciales: los omega-3(n−3) y los omega-6 (n−6), la mayoría provienen de las plantas y los pescados grasos.

Existen tres tipos principales de ácidos grasos omega-3 que se ingieren a través de los alimentos y que el organismo utiliza: el ácido alfa-linolénico (ALA) y los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). Una vez ingeridos, el cuerpo convierte los ALA en EPA y DHA, los dos tipos de ácidos grasos omega-3 más fácilmente asimilables por el organismo.

Y una vez que hemos entendido  qué es el Omega 3, vamos a ver para qué sirven, la ingesta suficiente de ácidos grasos poliinsaturados (omega-3 y omega-6) es importante por el papel que desempeñan en:

• El desarrollo y mantenimiento de una correcta función cerebral.

• La visión.

• Las respuestas inmunitarias e inflamatorias.

• La producción de moléculas semejantes a las hormonas.

La ingestión de alimentos ricos en ácido linolénico o complementos que contengan este principio aporta una serie de beneficios como  es la bajada de los triglicéridos, la  disminución del colesterol, prevención de la formación de coágulos en las arterias. En general fluidifica la sangre y protege contra los ataques cardíacos.

Se ha comprobado también que la inclusión de alimentos o complementos ricos en este componente protege contra la aparición de ciertos cánceres, especialmente el cáncer colón, el cáncer próstata y el cáncer de mama.

El ácido linolénico tiene propiedades antiinflamatorias en enfermedades de las articulaciones.

Las propiedades antiinflamatorias del omega-3 pueden aprovecharse para el tratamiento de la enfermedad de Crohn, una inflamación crónica del colon.

La ingestión de alimentos ricos en omega-3 resulta muy adecuada durante el embarazo para conseguir que el feto tenga un desarrollo cerebral adecuado.

En general, las mujeres postmenopáusicas tienen las concentraciones de triglicéridos más altas que las premenopáusicas. Es de sobra conocido que los niveles elevados de triglicéridos se asocian con una enfermedad cardiovascular. Los poderosos efectos de los Omega-3 sobre los triglicéridos los hace más importantes, si cabe, para ellas. Esto es muy interesante en el caso de las mujeres que reciben terapia hormonal ya que ésta puede elevar los niveles de triglicéridos.

Pues bien, por todo esto la dieta es otra vez un punto importantísimo para poder controlar el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Podemos ingerir estos ácidos grasos esenciales en ciertos alimentos. Las fuentes de dónde se pueden obtener estos ácidos son:

El pescado y el marisco, sobre todo el pescado azul. Por esto merece la pena incluirlo en la dieta, al menos dos veces a la semana. Entre los pescados azules más aconsejables encontramos la anchoa, el salmón, la sardina, los arenques, el atún, la caballa, el chicharro, la palometa, la trucha, el cangrejo, la gamba, el mejillón, las ostras…

Otra es la de los vegetales hay que decir que contienen pequeñas cantidades de ácido linoléico. El que contiene una proporción más elevada es el aceite de linaza. Otras fuentes vegetales importantes son según mayor cantidad:

La lechuga (Hojas), La soja (Semilla), Las espinacas (Planta) ,Las fresas (Frutos), El pepino (Fruto) ,Las coles de Bruselas (Hojas), Las coles (Hojas) ,Las piñas (Fruto), Las almendras (Semillas), Las nueces.

Complementos

Los complementos es una opción muy buena y válida para aquellas personas que no toman ácidos grasos omega-3  de fuentes vegetales o que no comen suficiente pescado. Se toman en forma de cápsulas que contienen aceites de pescado o vegetales. También pueden utilizarse para ayudar a bajar los índices de colesterol o triglicéridos que estén muy elevados.