Lo mejor para tu hijo: amor y DHA
Un día decidimos tener un hijo, y ya antes de concebirlo le estamos queriendo. Buscamos lo mejor para cuidarle y que crezca sano y fuerte. La ciencia descubre cada día cosas nuevas para beneficio de los más pequeños de la casa, incluso para cuando todavía no han nacido.
En el embarazo se han demostrado que los siguientes componentes, además de otras vitaminas, son
esenciales, tanto para la madre como para el feto:
- Ácido Fólico (Vitamina B9) y Vitamina B12
- Yodo
- Hierro
- Ácidos Grasos Omega-3 o DHA
- Vitamina D
Los últimos estudios demuestran que los ácidos grasos esenciales, así como sus derivados de cadena más larga, eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA), forman parte de todos los tejidos, y el DHA en particular forma parte de las estructuras del cerebro. El aporte de ácidos grasos esenciales en cantidades adecuadas es fundamental para el desarrollo de la placenta, del feto y para toda la gestación en general. Durante el tercer trimestre de la gestación, las necesidades de DHA son especialmente altos debido al crecimiento del cerebro.
Así, se ha observado que en el nacimiento prematuro, el recién nacido tiene déficit de DHA, asociado también a deficiencias neurocognitivas y alteraciones morfológicas a nivel cerebral. Se han evaluado diferentes estudios la relación del aporte de omega 3 durante el embarazo y la lactancia, observando una muy interesante relación entre la ingesta materna durante el embarazo de DHA y el grado de desarrollo mental del niño a los 4 años de edad, lo que sugiere un beneficio extraordinario tomar suplementos nutricionales ricos en DHA durante el embarazo y la lactancia. Además si se continúa con la ingesta regular durante la etapa preescolar, se ha demostrado un efecto protector frente a posibles trastornos de hiperactividad, mejorando al mismo tiempo la capacidad de atención y aprendizaje.
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