Ardor y reflujo: buenos hábitos para evitarlos

El ardor de estomago se presenta como un dolor detrás del pecho asimilado a una sensación de quemazón. Normalmente se produce unas horas después de comer y tiene como causa principal el reflujo gastroesofágico.

El reflujo gastroesofágico se produce cuando lo que hemos comido hace poco sube de nuevo al esófago. Este reflujo suele contener ácido, bilis y pepsina que producen una intensa irritación, responsable de la sensación de ardor detrás del pecho.

Si tienes alguno de estos síntomas, posiblemente sufres de reflujo gastroesofágico:

  • Sensación de quemazón y dolor (normalmente en la zona del pecho)
  • Dificultad para tragar
  • Sensación de náuseas
  • Pérdida de peso
  • Tos y faringitis cónica
  • Alteraciones del sueño
  • Mal sabor de boca

Aunque el diagnóstico lo tendría que confirmar tu médico, existen una serie de actitudes en tus hábitos de vida que sí puedes modificar para mejorar estos síntomas.

Factores que favorecen el reflujo gastroesofágico:

  • Sobrepeso
  • Tabaco
  • Ejercicio físico intenso
  • Ansiedad y estrés
  • Comer y/o beber en exceso
  • Embarazo
  • Hernia de hiato
  • Determinado alimentos: comidas ricas en grasas como fritos y salsas, chocolate, alcohol, menta, picante, bebidas ricas en cafeína, bebidas gaseosas, frutas verdes, cítricos, tomate, vinagre, zumos de frutas ácidos, frutos secos, ajo, cebolla, especies y toda serie de alimentos flatulentos
  • No esperar 2 horas después de una comida para acostarse, mejor dormir con una leve inclinación (almohada alta)
  • Comer rápido y masticar poco, hablar mientras se come o tragar directamente los alimentos
  • Masticar chicle
  • Usar prendas ceñidas

Y RECUERDA:

NUNCA DEBES AUTOMEDICARTE

SIN ANTES CONSULTAR TU MÉDICO O FARMACÉUTICO

 

Lo mejor para tu hijo: amor y DHA

Un día decidimos tener un hijo, y ya antes de concebirlo le estamos queriendo. Buscamos lo mejor para cuidarle y que crezca sano y fuerte. La ciencia descubre cada día cosas nuevas para beneficio de los más pequeños de la casa, incluso para cuando todavía no han nacido.

En el embarazo se han demostrado que los siguientes componentes, además de otras vitaminas,  son 

esenciales, tanto para la madre como para el feto:

  • Ácido Fólico (Vitamina B9) y Vitamina B12
  • Yodo
  • Hierro
  • Ácidos Grasos Omega-3 o DHA
  • Vitamina D

Los últimos estudios demuestran que los ácidos grasos esenciales, así como sus derivados de cadena más larga, eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA), forman parte de todos los tejidos, y el DHA en particular forma parte de las estructuras del cerebro. El aporte de ácidos grasos esenciales en cantidades adecuadas es fundamental para el desarrollo de la placenta, del feto  y para toda la gestación en general. Durante el tercer trimestre de la gestación, las necesidades de DHA son  especialmente altos debido al crecimiento del cerebro.

Así, se ha observado que en el nacimiento prematuro, el recién nacido tiene déficit de  DHA, asociado también a deficiencias neurocognitivas y alteraciones morfológicas a nivel cerebral. Se han evaluado diferentes estudios la relación del aporte de omega 3 durante el embarazo y la lactancia,  observando una  muy interesante relación entre la ingesta materna durante el embarazo de DHA y el grado de desarrollo mental del niño a los 4 años de edad, lo que sugiere un beneficio extraordinario tomar suplementos nutricionales ricos en DHA durante el embarazo y la lactancia. Además si se continúa con la ingesta regular durante la etapa preescolar, se ha demostrado un efecto protector frente a posibles trastornos de hiperactividad, mejorando al mismo tiempo la capacidad de atención y aprendizaje.

Nos sumamos a la operación kilo. ¿Te sumas con nosotros?

Tu visita dará de comer a niños de tu barrio.

Todas las navidades participamos con la Iglesia de Santa Teresa del Niño Jesus en la urbanización del campo de tiro, en Leganés con la lotería que suministran. Además este año vamos a donar leches infantiles, papillas y potitos para los niños necesitados del barrio.

Ven y decide la altura de nuestra ayuda.

 

PRE Y PROBIÓTICOS…¿Por y para qué?

Lactobacilus acidophilus, casei, reuteri, streptococcus intermedias…son términos que resultan extraños para muchos y que están presentes en algunos de los productos que ingerimos…pero, ¿qué son y para qué nos sirven? Son bacterias, bacterias “buenas” que actúan frente a las “malas” y que nos ayudan a estar más sanos. Son los llamados alimentos “probióticos”, que a veces confundimos con “prebióticos”.

Nuestro nivel de salud depende en gran medida del equilibrio de la flora intestinal, en nuestro aparato digestivo conviven unas 400 especies de bacterias, algunas de ellas son beneficiosas y otras no, y pueden causarnos enfermedades.

 ¿Qué causa un desorden intestinal?

Pues una alimentación incorrecta, terapias prolongadas de antibióticos, radioterapia, quimioterapia, infecciones o incluso el estrés físico o psíquico.

Y qué podemos hacer para mantener nuestra flora  intestinal protegida de ciertos procesos, pues utilizar probióticos y prebióticos. Los probióticos son microorganismos vivos que, al ingerirlos, aportan un efecto beneficioso sobre nuestro cuerpo. Sobreviven a la digestión llegando vivos al colon.

Los prebióticos, sin embargo, son unas sustancias que “alimentan” a los probióticos del sistema digestivo. Al tomarlos se favorece la presencia de bacterias beneficiosas en el colon. Inhiben también numerosas bacterias patógenas pero su principio se basa en que son solamente sustancias que ayudan, sin vida, a modo de complementos energéticos para las bacterias beneficiosas, en eso se diferencian de los probióticos.

Tanto los probióticos como los prebióticos son también eficaces para el sistema inmunitario, infecciones ginecológicas y urinarias y alergias. Se ha avanzado mucho en este campo y cada vez se hace más patente  el uso de este tipo de productos para mejorar nuestra salud.