Consejos para mejorar la calidad de vida del paciente atópico

Cuidado e higiene corporal

  • No emplear manoplas ni esponjas de baño, usando la mano y evitando la fricción sobre la piel.
  • En general son preferibles los baños a las duchas. El agua debe ser templada (inferior a los 33ºC) y el baño no debe de prolongarse más de 10 minutos.
  • Se debe elegir geles para el baño que no resequen la piel, preferiblemente que sean sobregrasos y con un pH fisiológico.
  • El secado debe ser suave, sin frotar con la toalla.
  • El baño aumenta la hidratación, facilita la penetración de los emolientes y disminuyen el estrés.
  • El masaje es un acto afectivo beneficioso para el bebé/niño atópico y le ayuda a relajarse.
  • Aplicar después del baño, cuando la piel está aún húmeda, una crema emoliente especifica (aporte de lípidos).
  • Se ha comprobado que el uso diario de una crema emoliente es una ayuda eficaz para espaciar los brotes y las recaídas.

Cuidado de las uñas

Mantener las uñas cortas y limpias para evitar que durante el rascado se produzcan lesiones e infecciones.

Vestimenta

  • Elegir preferentemente ropa de algodón y lino, incluida la de la cama, pues facilita la transpiración.
  • Evitar el uso de la lana y los tejidos sintéticos que incrementan la temperatura corporal y acentúan el picor.
  • Al lavar la ropa, debe aclararse bien y evitarse el uso de suavizantes y lejías.
  • El calzado debe ser de piel o tela, con buena aireación, aconsejándose el uso de calcetines de algodón o lino.

Alimentación

  • Intentar prolongar la lactancia materna, ya que fortalece el sistema inmune del bebé y evita rechazos alimentarios.
  • Se recomienda seguir el consejo del médico en cuanto al consumo de alimentos.

El ambiente del hogar

  • La temperatura y la humedad de las habitaciones deben, mantenerse constantes, evitando ambientes secos.
  • Las habitaciones deben ventilarse diariamente.
  • Se recomienda el uso de aspiradores para eliminar el polvo en lugar de barrer.
  • Se debe evitar el uso de alfombras o peluches que faciliten su concentración.

La playa y el sol

  • Puede bañarse en el mar o las piscinas, aunque en situaciones de brotes es preferible evitar los baños.
  • Evitar las horas en que el sol es más fuerte.
  • Proteger la piel del sol utilizando cremas solares de alta protección y específicas para la piel infantil.
  • Después de los baños es aconsejable enjuagar la piel y poner una crema emoliente, pies las sales del mar y el cloro pueden irritar la piel.

Deporte

Pese a que la sudoración puede ser molesta en algunas fases de la dermatitis atópica aumentando el picor, no se recomienda limitar la actividad deportiva del paciente, sino modificarla temporalmente en caso de brotes muy graves.

Y no olvides consultarnos cualquier duda sobre la salud de tu piel y la de los tuyos.

Consejos Almirón: Preparación del biberón

 

Las recomendaciones para la adecuada preparación de los biberones incluyen las medidas de higiene, que se deben realizar en cada toma para disminuir el riesgo de infección, y la proporción en que se deben mezclarse el agua y la leche en polvo para la correcta alimentación del bebé. Necesitarás preparar las tomas cuando te hagan falta, ya que no se recomienda conservar o congelar las fórmulas lácteas reconstituidas.

1.    Lava y esteriliza los biberones y tetinas según las instrucciones del envase. Lávate las manos y limpia todas las superficies para evitar que se extiendas los gérmenes.

2.    Puede utilizarse agua del grifo o agua mineral embotellada, siendo recomendable en este caso que sea de baja mineralización. Para el agua del grifo, es recomendable hervirla, siendo suficiente con 1-5 minutos. Se debe dejar enfriar a temperatura ambiente antes de preparar el biberón, para garantizar que algunos de los componentes de la leche (por ejemplo, vitaminas) se mantengan intactos.

3.    Para que la dosis de la exacta, utiliza siempre el cacito que acompaña al producto y enrasa la cantidad de polvo (que es generalmente 1 medida o cacito raso por 30 ml de agua). No hacerlo de forma correcta puede dar lugar a problemas de sobrealimentación o deshidratación. Si no hay enrasador, hazlo con un cuchillo limpio y seco. Con comprimas de más el polvo del cacito.

4.    Primero se añade el agua y luego el polvo que corresponda, nunca al revés.

5.    Enrosca la tapa del biberón y agita bien para disolver el polvo en el agua, para evitar la formación de grumos.

6.    Comprueba la temperatura dejando caer gotas en la muñeca. Si es necesario calentar el biberón, se debe hacer al baño maría, bajo el chorro de agua caliente o por medio de un calentador. Los microondas calientan más el contenido que el biberón, con lo que puede ser fácil quemar la boca del bebé.

7.    Se recomienda utilizar la toma preparadas en las siguientes 2 horas como máximo. Una vez utilizada, tira la leche que haya quedado sobrante, lava los biberones y tetinas y vuelve a esterilizar, listo para la próxima toma.

Recuerda que la leche materna es la mejor alimentación para el bebé y le aporta innumerables beneficios. Es importante que, antes y durante el periodo de lactancia, realices una dieta sana y equilibrada. La combinación del pecho y el biberón en las primeras semanas de vida puede reducir la producción de leche materna, y dar marcha atrás en la decisión de no dar el pecho difícil.

Consejos Almirón: Lactancia materna

 

La lactancia materna es la forma de nutrición natural para el lactante y sus ventajas nutritivas, inmunitarias y psicológicas, tanto para el lactante como para la madre son conocidas. Por tanto, la alimentación al pecho puede y debe iniciarse lo antes posible, tras el parto, lo que estimula la producción de leche materna.

 

Como amamantar a un bebé

El éxito y posterior satisfacción de lograr una adecuada lactancia materna depende en gran medida de que la posición al colocar el bebé al pecho sea la correcta. Ante todo, debes estar cómoda, situando al bebé lo más cerca posible de ti, para evitar molestias de espalda, daños en los pezones y permitir una succión eficaz de niño, que de esta forma realizará correctamente la toma  y se sentirá satisfecho. Sea cual sea la postura elegida se debe acercar el bebé a la madre y no al contrario y garantizar que succiona adecuadamente, para evitar tragar aire. La madre puede estimular la boca del niño con el pezón y cuando la boca del niño esté bien abierta acercará el pecho facilitando el enganche del niño.

El niño debe abarcar con su boca el pezón y parte de la areola mamaria, no siendo necesario que la madre utilice su mano libre para liberar la nariz del niño. Éste es capaz de respirar tranquilamente al tiempo que mama, aunque tenga la nariz y la barbilla pegados al pecho, que es la colocación correcta. No debe tirar el pezón ni hacia abajo ni hacia los lados.

Se ofrecerá en primer lugar al niño el pecho por el que había terminado la toma anterior; así el niño tomará de ese primer pecho hasta que él mismo suelte el pezón, no limitando el tiempo de toma, ya que sólo él sabe cuándo se ha quedado satisfecho. Si el bebé no suelta el pezón, nos ayudaremos de un dedo para facilitar el apartarle del mismo, no debiéndose retirar al niño tirando de él.

Entre tomas de pecho y pecho, se puede aprovechar para facilitar el eructo del niño (y eliminar el posible aire que haya tragado el succionar) y, si es necesario, cambiar el pañal del bebé. Tras ese pequeño descanso, ofrécele al niño el segundo pecho, aunque, en ocasiones, el bebé quedará saciado sólo con un pecho. No debemos forzar al bebé a tomar el segundo pecho.

Duración de la toma

En fases iniciales, el niño puede demandar la lactancia con mucha frecuencia, incluso cada hora y hora y media la primera semana. Progresivamente, el niño mismo empezará a espaciar las tomas y, a partir del 2º-3º mes, comenzará a identificar el descanso nocturno. En las tomas nocturnas, facilitaremos que sean tranquilas y en silencio, para que, posteriormente, el niño se duerma con facilidad y pueda descansar la madre.

¿Hasta cuándo la lactancia materna exclusiva?

La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva hasta al menos los 6 primeros meses. En el caso de que ésta no sea posible, su pediatra le recomendará la opción más adecuada.

Leche materna: ¿se puede conservar?

Efectivamente la leche materna se puede extraer con la ayuda de un sacaleches o manualmente y conservarla para su uso posterior en la nevera o el congelador. Es más, os animo a ello, porque la leche materna es mejor que ninguna para vuestro hijo (siempre que  no esté desaconsejado).

 
  • Tiempo de almacenamiento: como la leche materna tiene propiedades antibacterianas,  permiten su conservación por periodos prolongados de tiempo en determinadas condiciones.
    • A temperatura ambiente: el calostro a 27 – 32º dura 12h; la leche a 15º dura 24h, a 19-22º dura 10 h, a 25º dura 6h y 30-38º dura 4h
    • Refrigerada (nevera 0-4º): 8 días
    • Congelada: en una nevera tipo combi 3-4 meses, en nevera con congelador incorporado 2 semanas y en congelador separado tipo industrial con temperatura constante 6 meses o más
  • Tipos de envase: la leche materna extraída debe ser almacenada siempre en envases destinados para uso alimentario, lavados con agua caliente y jabón, aclarados y bien secados (también lavavajillas). Los mejores envases para la congelación son los de cristal, luego los de plástico duro, y también existen unas bolsas especialmente comercializadas para este uso.
  • Descongelar y calentar: se puede descongelar bajo el chorro de agua fría primero, y luego ir aumentando gradualmente la temperatura del chorro hasta que esté la leche caliente (agitar antes de probar la temperatura). Otra opción es calentarlo sumergiendo el recipiente en otro de agua caliente, pero nunca calentar directamente o en el microondas. La leche descongelada puede conservarse en la nevera 24h, pero nunca volver a congelar.

Otra ventaja es que aunque le das leche materna, ¡¡no tiene porque ser la madre la que alimente al niño!!