Carotenoides: protección solar antioxidante al alcance de tu mano

La exposición al sol sigue siendo la primera causa de envejecimiento prematuro de la piel y de los ojos. Es habitual que las personas tengan carencia de carotenoides ó vitamina A, además de un aporte nutricional en luteína insuficiente para obtener un efecto protector (6 mg al día). Por este motivo, es importante aportar a diario los principales carotenoides indispensables para la protección de la piel y de los ojos antes de tomar el sol.

¿Qué son los carotenoides?

Los carotenoides son pigmentos que dan color a la fruta y la verdura y las protegen de la radiación solar. Así pues, si los tomates son rojos gracias a los carotenoides. Lo mismo ocurre con los cítricos y las zanahorias que, sin ellos, no serían en absoluto apetecibles… Incluso el flamenco rosa debe su bonito color a un alga de la que se alimenta: la Dunaliella Salina, rica en carotenoides. Su concentración es proporcional a la intensidad de la exposición. En resumen, cuanto más madura y colorada está una fruta, más rica es en carotenoides.

Los carotenoides: Una defensa natural y eficaz

Los carotenoides desempeñan una función esencial como antioxidantes que contribuyen a protegernos de la radiación solar y de los radicales libres. Gracias a ellos, la melanina, pigmento natural, se sintetiza y da lugar al bronceado y a una primera barrera contra la agresión de los rayos U.V. No obstante, a diferencia de los vegetales, nuestro organismo no sabe sintetizar estos carotenoides. Durante una exposición al sol, el nivel cutáneo de carotenoides baja un 50%.

Así pues, un aporte diario es indispensable para recargar nuestras reservas y mantener así nuestro capital. Por ello, precisamente, se recomienda antes de exponerse al sol, aumentar el aporte de carotenoides como Oenobiol Solaire® , al menos 15 días antes de la exposición, con el fin de dar a la piel el tiempo suficiente de formar sus reservas para tolerar mejor los rayos U.V. y broncearse mejor con menos sol.

Recomendamos Oenobiol Solaire Intensif® Antiedad para pieles normales que quieren prepararse para el bronceado y Oenobiol Solaire Intensif® Nutriprotección para pieles claras y sensibles.

Consejos para evitar la deshidratación

La deshidratación ocurre cuando se pierde más líquido que se ingiere, y el cuerpo no tiene suficiente agua y otros líquidos para llevar a cabo sus funciones normales. Perdemos agua todos los días en forma de vapor de agua en el aire que exhalamos y en el sudor, la orina y las heces. Junto con el agua, también se pierden pequeñas cantidades de sales.

Durante estos meses de calor la exposición a temperaturas ambientales elevadas puede provocar pérdida de agua y electrolitos en el organismo, dolor de cabeza, mareos, vómitos, fatiga, etc. Pero no sólo el calor aumenta las probabilidades de deshidratación en verano también se producen múltiples factores de riesgo: las gastroenteritis, las diarreas, los viajes largos en coche o en avión o el uso excesivo del aire acondicionado -que reseca el ambiente-, entre otras cosas, son causas frecuentes de deshidratación, aunque pocas veces tenidas en cuenta.

Ante una época como el verano (con calor, humedad, práctica de actividad física, etc.) en que es necesario aumentar la ingesta de líquidos, el 60% de la población declara que le resulta difícil beber lo necesario. Se detectan otra serie de conductas que aumentan la posibilidad de que no se mantenga una correcta hidratación, como es el hecho de pasar largos periodos en la playa sin beber y que además muchas personas creen que no pasa nada por no beber de manera frecuente. Teniendo en cuenta todo lo anterior, no es de extrañar que un 1 de cada 10 afirme haber sufrido deshidrataciones, el 60% de ellas en verano. Además, un escaso porcentaje de ciudadanos sabe qué pautas adoptar para mantener una correcta hidratación y ante situaciones de riesgo como las que se dan en verano (calor extremo, escasa humedad, aglomeraciones enfiestas o conciertos, etc.) sólo la mitad toma medidas especiales.

No solo tenemos que hidratarnos con agua, diversos estudios demuestran que incluir diversidad de bebidas incrementa en un 50% la ingesta de líquidos y favorece la hidratación. El sabor de las diferentes bebidas facilita beber lo necesario, así el consumir distintos líquidos y con buen sabor ayuda a hidratarse. Por ello, recuerda que…hay mil formas de hidratarse.

Debemos seguir unos consejos claves para evitar la deshidratación:

• Beber de 2 a 3 litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades.

• Si se realizan actividades y esfuerzos físicos notables, conviene
aumentar estas cantidades y vigilar las pérdidas excesivas de líquido a
través del sudor.

• Llevar siempre a mano una botella de bebida que nos recuerde la necesidad de beber.

• No confiar únicamente en la sensación de sed ya que suele aparecer
cuando existe cierta deshidratación. Beber variedad de bebidas: agua, infusiones, refrescos, zumos, lácteos, etc. El sabor de las bebidas ayuda a beber lo necesario.

• Ingerir alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas).

• Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, tienen efecto diurético y
deshidratan.

• En épocas de calor intenso, además de aumentar el consumo de
líquidos, mantenerse en un ambiente fresco y ventilado.

• Vigilar la adecuada ingesta de líquido de los más vulnerables a la
deshidratación (ancianos, deportistas, trabajadores al aire libre, etc.)

• En caso de duda sobre cómo hidratarse adecuadamente, consultar a los Especialistas de la salud (médicos, enfermeros o farmacéuticos).

Controlar la pérdida de líquidos durante el tiempo caluroso, la enfermedad, o el ejercicio, y beber suficientes líquidos para reemplazar lo que se pierde es fundamental para evitar la deshidratación.

Los ojos rojos ó irritados: causas y tratamiento

Los ojos rojos ó irritados se deben a la dilatación de los vasos sanguíneos de la superficie del ojo, llamada comúnmente “blanco del ojo”.

El enrojecimiento del ojo es un problema oftalmológico muy común. Sus síntomas son un ligero enrojecimiento, aumento del lagrimeo y sensación de escozor. Esta irritación si no se corrige nos provoca la necesidad de rascarnos los ojos y genera un círculo vicioso que provoca mayor irritación ocular.

En la mayoría de los casos tiene una evolución benigna que obedece a enfermedades que duran poco tiempo y desaparecen en pocos días. Las causas más frecuentes son las partículas de polvo, el uso prolongado de una pantalla (ordenador, televisión, tableta o móvil), el polen, pelo de mascotas y el agua salada del mar o clorada de la piscina.

En algunos casos puede estar causado por una enfermedad que requiera valoración por tu oftalmólogo. En caso de que te moleste mucho la luz (fotofobia), si presentas dolor ocular o pérdida de visión debes consultar a tu medico. A veces un problema de miopía o astigmatismo no diagnosticado o mal corregido puede provocar una ligera irritación del ojo, en este caso consulta con tu óptico.

Cómo administrarse un colirio de manera correcta

Una amplia mayoría de las personas desconoce cómo administrarse de forma correcta un colirio.

1. Lávate y sécate las manos.
2. Desenrosca el tapón rompiendo el anillo de seguridad del mismo.
3. Reclina la cabeza hacia atrás.
4. Con el dedo índice, baja el parpado inferior del ojo para separarlo del globo ocular.
5. Deposita la dosis indicada en el ojo realizando una ligera presión sobre el envase.
6. Tras la aplicación, es conveniente que parpadees con suavidad durante unos segundos para facilitar la distribución uniforme de las gotas.
7. Repite el mismo proceso en el otro ojo.
8. No enjuagues ni limpies el gotero ya que no pueden entrar en contacto con nada, ni siquiera el ojo.
9. Para evitar contagios, cierra inmediatamente el envase con su tapón y mantenlo en posición vertical mientras no lo estés usando.
10. Cada encase solo puede ser usado por una persona. Desechar el frasco 30 días después de hacer desprecintado y abierto el envase.

La salud de tus ojos está en tus manos.

Soluciones para las piernas cansadas

El aumento de temperatura provoca que la sangre circule peor y se acumule en las piernas, intensificando la sensación de pesadez y cansancio. El 30% de los adultos españoles se ven afectados por los síntomas de la insuficiencia venosa crónica.

Con la llegada del calor y las estaciones menos frías, los problemas de circulación de la sangre, especialmente de las extremidades inferiores, se agudizan. Así, el aumento de las temperaturas agrava los síntomas habituales de la insuficiencia venosa crónica (IVC), y las personas afectadas, generalmente mujeres, sienten en esta época del año las piernas más cansadas, hinchadas y congestionadas.

Las paredes de las venas de todo el cuerpo contienen unas válvulas diminutas que impulsan la sangre hasta el corazón. Pero si las venas pierden elasticidad y se deforman, estas válvulas no cierran bien, y la sangre, atraída por la fuerza de la gravedad, se acumula en las piernas. Con la llegada del calor, las paredes de las venas se dilatan aún más de lo usual, lo que provoca una mayor acumulación de sangre y retención de líquidos en las extremidades inferiores. Esto se traduce en una sensación de pesadez y cansancio en las piernas, más intensa en el caso de pacientes de insuficiencia venosa crónica, cuyos síntomas afectan a un 30% de los adultos en España, según datos del Capítulo Español de Flebología.

Se trata de una enfermedad benigna y controlable. No representa una amenaza grave para la salud, si bien es cierto que puede ser incapacitante y afectar a la calidad de vida personal y laboral de los enfermos. La época estival, además de repercutir más negativamente en la circulación, puede causar también malestar a los pacientes debido a las alteraciones estéticas que se producen en las piernas. De hecho, la manifestación más habitual, y a veces dolorosa, de este problema son las varices: dilataciones y alargamientos de las venas.

Junto al calor, existen varios factores que favorecen el desarrollo de la IVC, como el sobrepeso, el sedentarismo, la mala alimentación o pasar mucho tiempo de pie o sentados. Por lo tanto junto al empleo de drenantes o medias de compresión para mitigar los síntomas, si mantenemos una serie de medidas y hábitos saludables de dieta, ejercicio y cuidado de nuestras piernas, estaremos más cerca de evitar complicaciones.

Consejos para mejorar la circulación de las piernas cuando hace calor:

1. No permanecer de pie, quieto o sentado largos periodos de tiempo.
Si debemos hacerlo por trabajo o viajes largos, trataremos de mover frecuentemente los pies y las piernas, levantándonos del asiento a menudo para caminar unos cuantos pasos.

2. Piernas arriba.
Para aquellas personas que trabajen sentadas con el ordenador, es conveniente utilizar un reposapiés. En las jornadas de calor, también es recomendable elevar las piernas al mediodía y al llegar a casa por la noche. Dormir con las extremidades inferiores elevadas unos quince centímetros resulta igualmente aconsejable.

3. Aplicar ligeros masajes en piernas y tobillos.
Mientras permanecemos tumbados, podemos realizar un masaje ascendente, desde los pies hacia la rodilla, con un gel frío.

4. Mejor ducha que baño.
Para activar la circulación alternaremos duchas no excesivamente calientes (38º como máximo) con chorros fríos en las piernas. Al finalizar, aplicaremos agua fría a las pantorrillas en sentido ascendente para aliviar la sensación de pesadez.

5. Hidratar bien la piel para mantenerla elástica.
Tras la ducha, resulta conveniente aplicar en las piernas una loción o crema hidratante, mediante suaves masajes, para favorecer la circulación de la sangre.

6. No usar ropa ceñida, sobre todo en verano.
Las prendas de vestir muy ajustadas pueden dificultar el retorno venoso desde las piernas al corazón. En su lugar, debemos recurrir a ropa holgada y que transpire bien, y a un calzado cómodo.

7. Evitar los ambientes demasiado calurosos.
Lo mejor es alejarse de toda fuente de calor, ya que éste estimula la dilatación de las venas y la aparición de varices.

8. Seguir una dieta equilibrada y rica en fibra.
Tanto el sobrepeso como el estreñimiento pueden afectar a la circulación. Para prevenirlos, es clave una dieta rica en fibra, frutas, verduras y cereales; reducir al mínimo el consumo de sal para retener menos líquidos; beber más agua y evitar el tabaco y el alcohol.

9. Realizar frecuentemente ejercicio físico moderado.
Las actividades que más benefician a la circulación de las piernas son la natación o el caminar. El baile, la gimnasia y la bici también pueden ser buenas alternativas.

10. Consultar con el farmacéutico el uso de medias de compresión junto con fitoterapia oral y/o tópica con funciones drenantes.
Utilizar medias de compresión, especialmente en las horas de actividad laboral o doméstica, contribuye a aproximar las paredes de las venas, lo que favorece que la sangre ascienda correctamente. En caso de retención de líquidos, un drenante ayudará a eliminarlos y, en consecuencia, a reducir la hinchazón en las piernas.

La gama de Cinfa, a través de Farmalastic, cuenta con una completa gama de artículos para aliviar las piernas cansadas, compuesta por varios tipos de medias de compresión (cortas, calcetín, largas y pantys), un gel frío y un complemento alimenticio drenante.

Si seguimos estos consejos durante todo el año, tendremos en estos meses de calor, una mejor calidad de vida que nos permita desarrollar todas nuestras actividades con mejor sintonía.