Todo lo que debes saber de las aftas

¡Quien no ha sufrido un afta a lo largo de su vida! Dependiendo del tamaño y de dónde la tengamos el dolor puede ser insoportable.

Todos o casi todos sabemos lo que es un afta o llaga bucal y muchas veces nos preguntáis cómo podéis curarlas porque son molestas, pero realmente no conocéis qué es.

El afta  o llaga bucal es una pequeña lesión bucal que produce una sensación dolorosa de quemazón. Proveniente del griego, “aftai” que significa  “quemadura”. Entre el 40 y 60% de individuos la han sufrido a lo largo de su vida, especialmente y con mayor frecuencia, las mujeres y niños.

¿Por qué se producen?

Se trata de una enfermedad de tipo no infecciosa que provoca la inflamación de las mucosas. Su aspecto es el de una mancha blanquecina redonda con una areola roja. Es común que se formen, en el interior del labio o mejilla.

Cómo se clasifican

Existen varios tipos de aftas clasificadas en función de su tamaño, si se sitúan en el paladar blando o la faringe y permanecen en la misma posición durante un período largo de tiempo, son las “aftas mayores”. Las  “aftas menores” que son las más frecuentes, de forma ovalada, más pequeñas y menos profundas que las anteriores. Si el afta dura más de 15 días deberíamos ir al médico, ya que puede existir un riesgo de cualquier infección más grave.

En general, todas ellas provocan un dolor agudo en quien las padece. Inicialmente, son recidivantes, esto es, que vuelven a aparecer con los mismos síntomas y por las mismas causas.

La predisposición genética juega en este caso un papel crítico. Además existen otros factores que pueden predisponer a una persona a padecer este tipo de úlceras orales: el estrés, la ansiedad, los nervios, la bajada de defensa, el incremento de los niveles de estrógenos y progesterona en la fase menstrual o de ovulación de la mujer, irritaciones causadas por traumas de la mucosa oral (por ejemplo al comer un bocadillo), manipulaciones dentales y el cese del hábito de fumar.

Prevención

La manera más eficaz de prevenir la reaparición de las aftas bucales es tratar de llevar una alimentación  equilibrada, tomando alimentos poco ácidos, nada picantes ni excesivamente condimentados. También evitando las situaciones que nos generen ansiedad o estrés, en la medida de lo posible, y cuidar nuestra higiene y salud bucal. Existen geles orales y colutorios sumamente efectivos que ayudarán a paliar el dolor y acelerar la cicatrización de la llaga o afta.

 Con esto conseguiremos que podamos volver poco a poco a nuestro ritmo habitual.

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