Limpieza-dental

Que la placa dental no se coma tus dientes

La placa dental está formada por una capa pegajosa y sin color de bacterias que utilizan los azúcares y almidones que comemos (como la leche, el pan, las galletas, los dulces, los refrescos, los zumos y muchos otros) para producir ácidos.

Estos ácidos comienzan a desgastar el esmalte duro de los dientes, que, con el tiempo pueden hacer un agujero y convertirse en caries. Por otro lado, los minerales que están en la saliva (como el calcio y el fosfato), sumados al flúor que viene en la pasta de dientes, el agua y otras fuentes, ayudan al esmalte a repararse reemplazando los minerales que se perdieron en uno de los «ataques» de ácido.

Los dientes pasan por este proceso natural de pérdida y recuperación de minerales todo el día. Cuando se come o bebe seguido sin lavarse los dientes, los dientes están expuestos al ácido con frecuencia. El esmalte sigue perdiendo minerales y llegará a producir pequeñas manchas blancas donde se formará una caries dental.

La caries dental, es un daño permanente que debe ser reparado con un empaste puesto por un dentista.

El secreto del cepillado:

• después de cada comida, mínimo 3 veces al día
• Buen cepillado: “barrido”, NO “fregado” por todas las superficies de los dientes
• 3 minutos duración
• Limpiarse la lengua de delante hacia atrás
• Enjuague suave con agua y gargarismos
• Usar hilo dental, cepillo interdental o irrigador al menos una vez al día.
• Hay que lavar y secar el cepillo después de cada uso.
• Cambiar el cepillo cada 3 meses.

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