Sólo en España, 11 millones de personas tienen la piel sensible. Y es que , según la academia española de dermatología y venerología (AEDV), es una de las grandes afecciones de la piel en la nueva era. El aumento de la contaminación y el resecamiento de la climatología, el estrés y la vida actual más acelerada están provocando una mayor sensibilización de la piel.

Las causas más frecuentes que producen la sensibilización de la piel son el deterioro de la función barrera de la piel (predisposición genética, factores externos como frio, calor, sol, etc., estilos de vida como comida, estrés, alcohol, etc. Y cosméticos y jabones inadecuados), la pérdida de hidratación o de las propiedades de retención del agua, la sensibilidad a los rayos UV y la alteración de la actividad neurosensorial de los nervios de la piel. La piel sensible tiene un nivel de tolerancia más bajo de lo normal. Cada nueva irritación, la función barrera queda alterada y el umbral de tolerancia disminuye. Por eso es fundamental repara la barrera de la piel para recuperar un umbral de tolerancia normal.

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