Consejos para el paciente con dermatitis atópica
Un problema común para 2 de cada 10 niños.
La dermatitis atópica es una enfermedad cutánea inflamatoria de carácter hereditario, con predominio en la infancia,
que se caracteriza clínicamente por la presencia de xerosis (sequedad), prurito intenso, irritación/inflamación (rascado)
y riesgo de sobre infección (S.aureus). Se trata de una enfermedad crónica y recid ivante que cursa con brotes
de lesiones eccematosas de carácter intermitente. No tiene una causa precisa conocida sino que es un proceso
multifactorial asociado a alteraciones fisiológicas (disfunción de la barrera cutánea)
e inmunológicas. Esta patología afecta ya aproximadamente al 20 por ciento de los niños
españoles, y la prevalencia ha aumentado a lo largo de los años debido a varias causas:
estilo de vida occidental, aumento de la edad materna, polución, tabaquismo materno,
reducción de la lactancia materna, etc. Su incidencia aumenta especialmente en las grandes
ciudades industrializadas, di mas templados, frias o con baja humedad ambiental.
En un 60 por ciento de los casos la dermatitis atópica se manifiesta en el primer año de vida.
¿Que es la dermatitis a tópica?
Es una enfermedad inflamatoria cutánea crónica, de carácter
hereditario y con predominio en la infancia, que se caracteriza
por la presencia de prurito intenso, sequedad extrema de la piel,
eritema, exudación, formación de costras y descamación.
Después del tratamiento,
¿le volverán a salir estas lesiones mi hijo?
Es muy probable. Los pacientes presentan brotes de lesiones,
en ocasiones precedidas de desencadenantes (muchos de ellos
bien definidos). El objetivo principal del tratamiento es disminuir
la frecuencia e intensidad de los brotes.
¿Esta enfermedad dura toda la vida?
Es una enfermedad crónica. No obstante, en un 60 por ciento
de los casos remite en la pubertad.
¿Es contagiosa?
No, la dermatitis atópica se debe a una anómala estructura
de la capa córnea de la piel: cemento lipídico de mala
calidad y anómala síntesis de determinadas proteínas
estructurales (filagrina).
¿Por qué aparecen los brotes?
Los factores desencadenantes de un brote son múltiples y
dependen de cada paciente. Pueden ser provocados por situaciones
de estrés, uso de productos inadecuados en la higiene e
hidratación, cambios bruscos de temperatura, uso de ropa como
lanas o fibras que dificultan la transpiración o hipercolonización
por S.aureus.
¿Cómo se puede evitar la aparición de los brotes?
Al tratarse de una patología crónica no se pueden evitar los
brotes. Lo que sí podemos conseguir es espaciar su aparición
y atenuar su intensidad. Para ello, se deben utilízar diariamen
los productos adecuados y evitar al máximo los factores
desencadenantes identificados en cada paciente.
Mi hijo tienes dermatitis atopica ¿Puedo llevarlo a la playa este
verano?
El sol puede mejorar el cuadro de atopia. El paciente atópico
puede tomar baños de sol siempre siguiendo las recomendaciones
generales de protección solar: evitar las horas del mediodía,
renovar el fotoprotector cada 2h, beber líquido de forma
abundante ... y siempre utilizando un fotoprotector adecuado.
Puede bañarse en el mar o las piscinas, aunque en situaciones
de brotes es preferible evitar los baños, para evitar una mayor
irritación por el agua salada o el cloro. Después se debe aclarar
muy bien la piel y aplicar el emoliente.
El dermatólogo me ha recetado un corticoide atópico a mi hija,
¿puedo utilizarlo cada día?
Siempre se ha de seguir la pauta establecida por el dermatólogo
y nunca superar el tiempo estimado de tratamiento. En ningún
caso se deberán utilizar estos corticoides como medida preventiva
para evitar la aparición de los brotes.
A mi hijo le han diagnosticado dermatitis atópica, ¿debo evitar algún
alimento para evitar los brotes?
En un principio no, todavía no se ha establecido la relación
directa entre la aparición de los brotes y algún alimento. No
obstante, si el paciente presenta una marcada hipersensibilidad
a ciertos alimentos sería aconsejable evitarlos.
¿Baño o ducha?
Es preferible el baño a la ducha; el baño alivia el prurito, hidrata
y permite limpiar la exudación y las posibles costras. Se recomiendan
baños de 5-10 minutos y a temperaturas de unos 33º C; siempre
utilizando productos sobregrasos y con tensioactivos adecuados.